Costumbres de Navidad

Por fin Pablo disfruta de los preparativos navideños tanto como yo. Qué bien lo hemos pasado decorando el árbol de Navidad mientras Celia nos miraba desde el suelo intentando robar alguna bola o celebrando con palmoteos el encendido de las luces.

Pablo ha colaborado en todo y ha estado dos horas sin parar de aquí para allá con luces, adornos y bolas. Lo que más le ha gustado es “entufar” las luces, como él dice. “Mamá ¡yo entufo!, ¡yo entufo!” “Si entufo ¿pueden explotar?”…. ¿Eign?, ¿qué le habrá contado su padre…?

(Nota: todos los años cuando ponemos el árbol me acuerdo del año en que mi madre nos encomendó la tarea a mi padre, a mi hermana y a mí. Nos quedó un árbol un tanto ochentero, lleno de espumillón de todos los colores posibles esparcido sin orden ni concierto. Pero ¡estábamos felices!)

Este año además hemos hecho un calendario de Adviento.

Vi la idea en un montón de fotos de instagram y me inspiré especialmente en el calendario de @clarabmartin. Tenemos una papelería al lado de casa que es el sueño de las manualidades. Allí compré sobres pequeños de papel, un rotulador plateado de Edding y pegatinas de fieltro de corazones en granate y blanco.

Del año pasado tenía una cinta de los mismos colores que compré en Federica&Co y que no había utilizado, así que me vino perfecto.

Yo hice los taladros en los sobres y escribí los números y Pablo se encargó de pegar los corazones en los números pares y unos lacitos en los números impares.

Esperé a que se fuera a la cama para meter dentro las sorpresas. Estaba tan emocionado que ¡casi no se duerme!

Aquí es donde llegó mi momento Mamá Noel. Metí notas con actividades especiales los viernes y los sábados como la búsqueda del tesoro, ver una peli juntos o ir al teatro. En el resto de sobres intercalé lacasitos, con monedas de chocolate, gominolas y notas con un beso de mamá, de papá o de Celia. Para el día 24 reservé sorpresa doble para compartir con su prima Leonor, que vendrá a cenar, y una nota en la que les cuento que es el cumpleaños del Niño Jesús y por eso hacemos una fiesta, ¡no se nos vaya a olvidar qué estamos celebrando!

Lo mejor de todo ha sido esta mañana cuando ha abierto el sobre con el número 1. ¡Estaba feliz con su primera sorpresa!

Me gustaría instaurar costumbres en nuestra casa que repitamos de año en año y todos esperemos con ilusión. De momento, desde que Pablo nació, ponemos el árbol de Navidad el primer fin de semana de diciembre (éste nos hemos adelantado un poquito) y, a partir de ahora, espero que hagamos un calendario de Adviento todos los años.

Creo que es importante unir a la familia en torno a pequeñas cosas. Aunque sea desayunar juntos los domingos por la mañana, por ejemplo. Detalles que nos ayudan a compartir momentos agradables y a construir nuestra memoria como familia. Estoy intentando que el espíritu de la Navidad inunde al padre también, que si por él fuera ni árbol teníamos en casa… Pero estoy segura que ver la cara de ilusión de los niños le hará terminar encendiendo el árbol él solito un año de estos.

Y vosotros, ¿qué costumbres tenéis en la familia?, ¿son heredadas de vuestra infancia o las habéis instaurado nuevas? Me encantaría que las compartierais aquí. ¡Quizás podamos adoptar alguna!

Feliz Adviento.