Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos,

Me dirijo a ustedes, no porque el gordito barbudo (que no hipster) no me haya hecho ni caso, si no porque les tengo en gran estima y consideración de toda la vida y creo yo que, siendo tres, no les va a costar nada conseguir mi regalo.

Este año no quiero nada caro, ni de marca. Tampoco quiero una bufanda, unos pendientes de Tous (ni este ni ningún año por favor), ni un iPad mini. Lo que quiero es algo muy simple, barato y fácil. Necesito Tiempo.

Un alma caritativa que se quede al cargo durante dos horitas para que yo vaya a la peluquería a teñirme las canas sin que note el aliento del reloj en la nuca. Un ratito pequeño para ir a hacerme la manicura (ese pequeño placer que descubrí en Nueva York) sin sentirme culpable. No se preocupen, el tratamiento lo pago yo.

Un buen samaritano que se quede con los niños un rato para que mi marido y yo podamos salir a dar un paseíto cogidos de la mano como en los viejos tiempos, sin carros, patinetes, ni bufandas y contarnos nuestras cosas sin interrupciones. Prometo dejarlos dormidos.

No es tan difícil.

Regalar un ratito de tu tiempo a un amigo que lo necesita. No me digáis que no es un buen regalo.

Pues no hay manera. A ver si sus majestades se apiadan de mí y este año me conceden mi deseo.

He perdido la fe en el gordinflón.

PD. He sido muy buena.